El ex Director Técnico de la selección argentina de fútbol, Marcelo Bielsa, brindó una serie de tres clínicas deportivas en el marco de la campaña política de su hermano Rafael, quien se postula para gobernador de la provincia de Santa Fe.
Una de las tres charlas estaba destinada a ser en Villa Gobernador Gálvez pero luego se trasladó al City Center, donde compartió todos sus conocimientos en referencia a la conducción de un grupo y al liderazgo. Desde esta ciudad asistieron medios de comunicación, gente del deporte local y la precandidata a intendente, Mari Murabito.
Bielsa dejó varios conceptos claves a la audiencia que lo escuchó con mucho respeto y atención. Principalmente hizo hincapié en las condiciones que tiene que reunir alguien que está a cargo de un grupo y justificó su opinión con la siguiente frase: “En el individuo está la fuerza del equipo”.
También compartió anécdotas que fue cosechando a lo largo de su trayectoria e incluso se permitió bromear con algunos conocidos del público.
Uno de los aspectos más importantes que lo diferencia del resto de los entrenadores, es que él sostiene que “hay que querer al que dirigís” porque esa es la única manera de hacer sentir bien a los jugadores, que no piensen que se los quiere solamente cuando ganan. Referido a eso, contó una breve anécdota sobre un técnico que tuvo en su juventud, con quien apostaba antes de cada partido algún objeto, como motivación a ganar. Pero luego de haber ganado, dicho técnico no le daba lo prometido. “Eso quería decir que antes de los partidos me quería más a mi que a su reloj, pero una vez que ganábamos, quería más al reloj que a mi”, explicó.
Luego hizo una comparación entre los buenos jugadores y los que no lo son tanto, pero que a la hora de jugar, entregan todo de sí. “El mejor no es el que tiene más calidad, sino el que no le tiembla el pulso cuando llega el momento de dar todo, y es ahí donde radica la gran diferencia”, agregó.
Un tema al que adjudicó gran importancia es a la humildad, sobre lo que opinó que hay que saber reconocer los errores y que de hecho, en el fútbol está permitido equivocarse, ya que “el error es el eje del mejoramiento”. “En el fútbol es mejor no equivocarse que acertar”, volvió a decir.
Lo esencial para manejar un grupo, según el exentrenador y campeón con Newell’s, es trazarse imaginariamente tres virtudes en común para que en el conjunto de personas permanezca el respeto, que es clave para cualquier aspecto de la vida.
Otro punto a tocar fue respetar las condiciones de los jugadores con los que se cuentan y adaptarse a las mismas, ya que para él “el excesivo intervencionismo termina jodiendo al jugador”, aunque minutos después aseguró que “no existe la fórmula exacta que garantice el éxito”.
Para concluir, destacó una frase que fue recogiendo a lo largo de su carrera como jugador y técnico a cargo de grandes equipos de la historia del fútbol argentino: “El fútbol te va a hacer rico siempre y cuando dejes de pensar que te va a dar dinero”.
Rocío Anahí Galán
Una de las tres charlas estaba destinada a ser en Villa Gobernador Gálvez pero luego se trasladó al City Center, donde compartió todos sus conocimientos en referencia a la conducción de un grupo y al liderazgo. Desde esta ciudad asistieron medios de comunicación, gente del deporte local y la precandidata a intendente, Mari Murabito.
Bielsa dejó varios conceptos claves a la audiencia que lo escuchó con mucho respeto y atención. Principalmente hizo hincapié en las condiciones que tiene que reunir alguien que está a cargo de un grupo y justificó su opinión con la siguiente frase: “En el individuo está la fuerza del equipo”.
También compartió anécdotas que fue cosechando a lo largo de su trayectoria e incluso se permitió bromear con algunos conocidos del público.
Uno de los aspectos más importantes que lo diferencia del resto de los entrenadores, es que él sostiene que “hay que querer al que dirigís” porque esa es la única manera de hacer sentir bien a los jugadores, que no piensen que se los quiere solamente cuando ganan. Referido a eso, contó una breve anécdota sobre un técnico que tuvo en su juventud, con quien apostaba antes de cada partido algún objeto, como motivación a ganar. Pero luego de haber ganado, dicho técnico no le daba lo prometido. “Eso quería decir que antes de los partidos me quería más a mi que a su reloj, pero una vez que ganábamos, quería más al reloj que a mi”, explicó.
Luego hizo una comparación entre los buenos jugadores y los que no lo son tanto, pero que a la hora de jugar, entregan todo de sí. “El mejor no es el que tiene más calidad, sino el que no le tiembla el pulso cuando llega el momento de dar todo, y es ahí donde radica la gran diferencia”, agregó.
Un tema al que adjudicó gran importancia es a la humildad, sobre lo que opinó que hay que saber reconocer los errores y que de hecho, en el fútbol está permitido equivocarse, ya que “el error es el eje del mejoramiento”. “En el fútbol es mejor no equivocarse que acertar”, volvió a decir.
Lo esencial para manejar un grupo, según el exentrenador y campeón con Newell’s, es trazarse imaginariamente tres virtudes en común para que en el conjunto de personas permanezca el respeto, que es clave para cualquier aspecto de la vida.
Otro punto a tocar fue respetar las condiciones de los jugadores con los que se cuentan y adaptarse a las mismas, ya que para él “el excesivo intervencionismo termina jodiendo al jugador”, aunque minutos después aseguró que “no existe la fórmula exacta que garantice el éxito”.
Para concluir, destacó una frase que fue recogiendo a lo largo de su carrera como jugador y técnico a cargo de grandes equipos de la historia del fútbol argentino: “El fútbol te va a hacer rico siempre y cuando dejes de pensar que te va a dar dinero”.
Rocío Anahí Galán