Francisco Javier Muñoz de 10 años y Clara Belén Muñoz de 8 años son dos hermanitos que desde muy pequeños mantienen la tradición familiar de jugar al ajedrez. Ambos aman el juego al igual que su papá, Walter quien está muy orgulloso de sus hijos.
Francisco aprendió a jugar a los 3 años, y quien le enseñó fue justamente su papá, quien viene de una familia de eminentes en ajedrez. A los 4 años, empezó a ir a la Casa de la Cultura de Villa Gobernador Gálvez.
En 2007 tuvo su primera participación en el torneo de la Asociación Rosarina de Ajedrez, en el cual llegó hasta la instancia de semifinales.
En el 2008 salió campeón en la categoría sub – 10, y no es para menos, porque logró el primer puesto entre más de 400 jugadores. Este hecho, lo repitió en 2009, pero ya en la categoría sub – 12.
Por el título logrado en 2008, accedió a los torneos nacionales e internacionales. En el aspecto nacional, llegó a la final en la que se consagró sub campeón nacional sub- 10, en la ciudad entrerriana de Gualeguay. Gracias a este resultado, ganó el derecho a participar como representante de Argentina del Festival Mundial de la Juventud que se desarrollaría en Turquía en noviembre, pero al que no pudo asistir por razones económicas.
En lo referido al panorama internacional, alcanzó el 13º puesto en los juegos Panamericanos, siendo el segundo mejor clasificado de Argentina y compitiendo con rivales de toda América en la ciudad de Mar de Plata.
En el Sudamericano celebrado en la ciudad brasileña de Méndez, ganó la medalla de oro también en la categoría sub- 10. No sólo se trajo la medalla dorada desde Brasil, si no que también el título de «Candidato a Maestro Fide», siendo el único de Argentina en tenerlo. También, se ganó el derecho a participar como representante oficial del próximo panamericano que tendrá lugar en Bentos Gonzalvez, Brasil.
Pero no sólo triunfó en competencias internacionales, si no que también lo hizo en Rosario, convirtiéndole en el primer niño en llegar a la 1ª categoría de Rosario y mantenerse. Claro está que es una herencia familiar, ya que su padre y uno de sus tíos, Cristian, también alcanzaron dicho objetivo.
Debido al gran 2009 que vivió este pequeño, obtuvo la norma ELO Internacional, que le permitió ingresar en el listado Mundial de Ranking de Competencias. Actualmente, con un valor de 2003 puntos, se ubicaría en el primer puesto en su categoría en Sudamérica.
Clarita, la menor de la familia, no se queda atrás. En octubre de 2008 jugó su primer torneo en la Categoría sub- 8 en Arroyo Seco y obtuvo el cuarto lugar.
En 2009 fue subcampeona en la misma categoría Absoluta (entre nenas y nenes) de la Asociación Rosarina de Ajedrez. También fue la campeona entre las mujeres.
Debido a sus excelentes juegos, la pequeña participó directamente en el torneo Panamericano de Mar del Plata, terminando ubicada como la mejor argentina luego de ganarle a las campeonas y subampeonas nacionales. Allí terminó en el puesto Nº 16.
Ambos asisten a una escuela de alto rendimiento en Rosario dos veces por semana donde entrenan en distintos aspectos para pulir su juego. Además, Francisco recibe clases por Internet una vez por semana. Pero eso no es todo, porque en su casa dedican alrededor de 4 horas diarias a realizar ejercicios de tácticas estrategias, lectura de libros, entrenamiento con la computadora y a ver videos de grandes maestros.
Estos hermanitos que se las traen, empiezan a jugar los torneos locales y nacionales en el mes de marzo, y ambos tiene chances concretas de ganarse un lugar en el próximo mundial en Grecia, pero como siempre, la falta de apoyo económico es la mayor dificultad. El ajedrez no sólo es una distracción para los chicos, si no que es una forma de aprender a asumir responsabilidades, de ejercitar la mente, de mejorar la sociabilidad y de innumerables beneficios. Tal es así, que debería estar más en el centro de atención de todos. Francisco y Clarita, son inteligentes y necesitan de la ayuda de todos para seguir creciendo en lo que más aman: el ajedrez.
Rocío Galán
Francisco aprendió a jugar a los 3 años, y quien le enseñó fue justamente su papá, quien viene de una familia de eminentes en ajedrez. A los 4 años, empezó a ir a la Casa de la Cultura de Villa Gobernador Gálvez.
En 2007 tuvo su primera participación en el torneo de la Asociación Rosarina de Ajedrez, en el cual llegó hasta la instancia de semifinales.
En el 2008 salió campeón en la categoría sub – 10, y no es para menos, porque logró el primer puesto entre más de 400 jugadores. Este hecho, lo repitió en 2009, pero ya en la categoría sub – 12.
Por el título logrado en 2008, accedió a los torneos nacionales e internacionales. En el aspecto nacional, llegó a la final en la que se consagró sub campeón nacional sub- 10, en la ciudad entrerriana de Gualeguay. Gracias a este resultado, ganó el derecho a participar como representante de Argentina del Festival Mundial de la Juventud que se desarrollaría en Turquía en noviembre, pero al que no pudo asistir por razones económicas.
En lo referido al panorama internacional, alcanzó el 13º puesto en los juegos Panamericanos, siendo el segundo mejor clasificado de Argentina y compitiendo con rivales de toda América en la ciudad de Mar de Plata.
En el Sudamericano celebrado en la ciudad brasileña de Méndez, ganó la medalla de oro también en la categoría sub- 10. No sólo se trajo la medalla dorada desde Brasil, si no que también el título de «Candidato a Maestro Fide», siendo el único de Argentina en tenerlo. También, se ganó el derecho a participar como representante oficial del próximo panamericano que tendrá lugar en Bentos Gonzalvez, Brasil.
Pero no sólo triunfó en competencias internacionales, si no que también lo hizo en Rosario, convirtiéndole en el primer niño en llegar a la 1ª categoría de Rosario y mantenerse. Claro está que es una herencia familiar, ya que su padre y uno de sus tíos, Cristian, también alcanzaron dicho objetivo.
Debido al gran 2009 que vivió este pequeño, obtuvo la norma ELO Internacional, que le permitió ingresar en el listado Mundial de Ranking de Competencias. Actualmente, con un valor de 2003 puntos, se ubicaría en el primer puesto en su categoría en Sudamérica.
Clarita, la menor de la familia, no se queda atrás. En octubre de 2008 jugó su primer torneo en la Categoría sub- 8 en Arroyo Seco y obtuvo el cuarto lugar.
En 2009 fue subcampeona en la misma categoría Absoluta (entre nenas y nenes) de la Asociación Rosarina de Ajedrez. También fue la campeona entre las mujeres.
Debido a sus excelentes juegos, la pequeña participó directamente en el torneo Panamericano de Mar del Plata, terminando ubicada como la mejor argentina luego de ganarle a las campeonas y subampeonas nacionales. Allí terminó en el puesto Nº 16.
Ambos asisten a una escuela de alto rendimiento en Rosario dos veces por semana donde entrenan en distintos aspectos para pulir su juego. Además, Francisco recibe clases por Internet una vez por semana. Pero eso no es todo, porque en su casa dedican alrededor de 4 horas diarias a realizar ejercicios de tácticas estrategias, lectura de libros, entrenamiento con la computadora y a ver videos de grandes maestros.
Estos hermanitos que se las traen, empiezan a jugar los torneos locales y nacionales en el mes de marzo, y ambos tiene chances concretas de ganarse un lugar en el próximo mundial en Grecia, pero como siempre, la falta de apoyo económico es la mayor dificultad. El ajedrez no sólo es una distracción para los chicos, si no que es una forma de aprender a asumir responsabilidades, de ejercitar la mente, de mejorar la sociabilidad y de innumerables beneficios. Tal es así, que debería estar más en el centro de atención de todos. Francisco y Clarita, son inteligentes y necesitan de la ayuda de todos para seguir creciendo en lo que más aman: el ajedrez.
Rocío Galán
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