Romina Soledad Ferrero tiene 20 años y practica Tae Kwon - Do desde los ocho. Casi sin pensarlo, se fue metiendo en el deporte cada día más. Sus inicios fueron en el Club Sportivo, donde nació su amor y vocación por las artes marciales.
Quien se había inscripto era su primo, y desde que lo vio, siguió sus pasos. Luego de dos años, pasó a practicar al Club Talleres, lugar en el que estuvo hasta los doce. A esa edad, comenzó a entrenar para recibir el cinturón negro, motivo por el cual practicó en Talleres, el gimnasio Juventus y en Sportivo a la vez. En este último, con la particularidad de que ya daba clases, ayudando a la profesora de turno. Tenía a cargo un grupo aproximadamente de 50 alumnos. Luego de obtener el cinturón negro se retiró.
Desde tan pequeña sabía que quería dedicarse al Tae Kwon – Do, porque vendía rifas para costear los viajes, inscripciones o la posibilidad de rendir para obtener los distintos cinturones (el costo de los mismos es en dólares).
Cursó sus estudios primarios en el Escuela Brigadier General Estanislao López y la secundaria la culminó en la institución Constancio Vigil.
En lo referido netamente a su práctica deportiva, cuenta con el título de Instructora ITF III Dan.
Ahora se encuentra practicando en el instituto ITF Dong Hak de la ciudad de Rosario, a cargo del instructor Omar Oriti Tizio, IV Dan ITF. Allí, no sólo es la única mujer entrenando, sino que también es la más chica de todos. El mayor de los deportistas, tiene 55 años.
Actualmente, reparte sus días entre la facultad, porque estudia Profesorado de Educación Física, y dar clases en su casa. Aproximadamente 35 chicos que recibe en su hogar para transmitirle sus conocimientos. El primer grupo va desde los tres años hasta los doce (están divididos por edades y la contextura física). El segundo, desde los doce en adelante.
Querida por todos en su barrio, también es el orgullo de su familia. Su mamá, Rosario, contó muy entusiasmada la pasión que su hija puso desde muy chiquita para dedicarse al deporte. Relató los sacrificios que realizó toda la familia para concretar el sueño de «La Sole».
Comentó también, que ahorraron y ahorraron muchas veces para poder pagar los exámenes para los cinturones.
Una joven humilde, que sueña con recibirse y viajar a desempeñar su actividad al exterior, donde seguramente brillará tanto como en su barrio de la calle Oran al 1000. Ella también agradeció a su madre el apoyo incondicional que tuvo de ella a lo largo de toda su carrera deportiva
Rocío Galán
Quien se había inscripto era su primo, y desde que lo vio, siguió sus pasos. Luego de dos años, pasó a practicar al Club Talleres, lugar en el que estuvo hasta los doce. A esa edad, comenzó a entrenar para recibir el cinturón negro, motivo por el cual practicó en Talleres, el gimnasio Juventus y en Sportivo a la vez. En este último, con la particularidad de que ya daba clases, ayudando a la profesora de turno. Tenía a cargo un grupo aproximadamente de 50 alumnos. Luego de obtener el cinturón negro se retiró.
Desde tan pequeña sabía que quería dedicarse al Tae Kwon – Do, porque vendía rifas para costear los viajes, inscripciones o la posibilidad de rendir para obtener los distintos cinturones (el costo de los mismos es en dólares).
Cursó sus estudios primarios en el Escuela Brigadier General Estanislao López y la secundaria la culminó en la institución Constancio Vigil.
En lo referido netamente a su práctica deportiva, cuenta con el título de Instructora ITF III Dan.
Ahora se encuentra practicando en el instituto ITF Dong Hak de la ciudad de Rosario, a cargo del instructor Omar Oriti Tizio, IV Dan ITF. Allí, no sólo es la única mujer entrenando, sino que también es la más chica de todos. El mayor de los deportistas, tiene 55 años.
Actualmente, reparte sus días entre la facultad, porque estudia Profesorado de Educación Física, y dar clases en su casa. Aproximadamente 35 chicos que recibe en su hogar para transmitirle sus conocimientos. El primer grupo va desde los tres años hasta los doce (están divididos por edades y la contextura física). El segundo, desde los doce en adelante.
Querida por todos en su barrio, también es el orgullo de su familia. Su mamá, Rosario, contó muy entusiasmada la pasión que su hija puso desde muy chiquita para dedicarse al deporte. Relató los sacrificios que realizó toda la familia para concretar el sueño de «La Sole».
Comentó también, que ahorraron y ahorraron muchas veces para poder pagar los exámenes para los cinturones.
Una joven humilde, que sueña con recibirse y viajar a desempeñar su actividad al exterior, donde seguramente brillará tanto como en su barrio de la calle Oran al 1000. Ella también agradeció a su madre el apoyo incondicional que tuvo de ella a lo largo de toda su carrera deportiva
Rocío Galán
1 comentario:
Me alegra que alguien pueda progresar y dar el ejemplo de esa manera.Felicitaciones.
Adonde queda el gimnasio dong hak donde entrena actualmente? En que direccion de Rosario?
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