Con tan sólo 23 años ya sabe muy bien qué es lo que quiere para su vida. El piloto Iván Cicarelli tiene muy en claro las metas que pretende alcanzar. Nacido y criado en Villa Gobernador Gálvez, cursó todos sus estudios en colegio Teodelina Fernández de Álvear. Ahora reparte sus días entre el trabajo en la empresa familiar y su vocación: el automovilismo. Muy amable y predispuesto se dispuso a relatar sus inicios en el deporte.
Sencillo y tranquilo empezó contando que su pasión por los autos “nació de casualidad” a los catorce años, porque quien corría en realidad era su primito menor de ocho. Un día su tío decidió armar un karting para que los chicos vayan a probar al cartódromo de Rosario y desde allí jamás lo pudieron bajar hasta ahora. “Empecé grande para lo que es el karting, al principio no entendía nada –comentó-, pero después le fui agarrando la mano y me gustó mucho”.
El karting es la categoría escuela del automovilismo en la que los futuros pilotos aprenden a desarrollar y explotar sus habilidades. Cicarelli corrió durante dos años en ella y al tercero comenzó a intercalar con “Fórmula Renault”. Luego de otros dos años en Fórmula, se inició en el Turismo Nacional, categoría en la que se desempeña desde hace cuatro.
El piloto también habló sobre las dificultades que se le presentaron sobro todo en el inicio de su carrera. Una de ellas era lo desconocido que le resultaba el mundo “fierrero”. Otra, fueron sus accidentes reiterados tanto en pista como en la ruta. “Por momentos dudé de seguir o no”, expresó. Cicarelli contó que al principio, sus padres no estaban muy convencidos con respecto a la profesión de piloto y en referencia a eso relató: “En un momento le plantee a mi papá que si no me acompañaba no iba a seguir más y desde ese momento no dejó de venir. Ahora me acompañan”. En los viajes que realiza cuando va a correr, lo hace junto su papá Daniel, a veces su mamá Norma o su hermana Carolina y otras tantas sus amigos.
Tiene como referente a Ayrton Senna y confesó haberse emocionado el día de su muerte por que le dio mucha lástima. Dentro del ámbito nacional, son sus ejemplos a seguir el “Flaco” Juan María Traverso y Guillermo Ortelli.
En cuanto a su vida cotidiana, Iván explicó que por la mañana entrena con un profesor que se dedica exclusivamente a entrenar automovilistas e intenta tener asistencia perfecta cuatro veces por semana. “Hacemos ejercicios relacionados al automovilismo”, explicó. Sale a correr, realiza fierros, ejercicios mentales, de simulación de velocidad o visualizan los circuitos para estar en óptimas condiciones a la hora de cada carrera. Luego del entrenamiento almuerza en su casa y por la tarde se divide entre el trabajo en la empresa autopartista de su padre, Cirubón S.A. e ir a visitar a los integrantes de su equipo que residen en Casilda. “Trato de hacer lo máximo posible para las dos puntas, tanto en la empresa de mi familia como en el automovilismo”, comentó.
Actualmente, se encuentra en la cima de la tabla de posiciones de la clase dos del Turismo Nacional. A falta de tres fechas para la finalización del campeonato, sueña y anhela consagrarse campeón por primera vez en su carrera. El último 20 de septiembre se posicionó en lo más alto del podio tras ganar la competencia final en el autódromo de Pigüe. Cicarelli contó que ese día se emocionó mucho porque hacía tiempo que venían buscando un triunfo que se les hacía esquivo. “Nos faltaba la cuota de suerte que se necesitan para ganar una carrera”, explicó. “Cuando di la última vuelta se me cruzaron imágenes de cuando empecé o del esfuerzo que venía realizando durante este año”, agregó.
Siempre hablando de “nosotros”, es que atrás suyo hay un equipo que trabaja todos los días para que él se ponga el casco y salga a correr de la mejor manera. Sergio Giacone es el chasista del auto, Jorge Calieri es el encargado de la amortiguación y Esteban Pou el motorista. Todos ellos, ponen lo mejor de sí para que en el fin de semana que demanda una competencia el coche esté en su mejor estado.
Además del equipo de trabajo, cuenta con una serie de sponsors que lo ayudan económicamente. Algunas de las empresas están relacionadas con las de su papá, como por ejemplo Talleres Filippini, Luís Escudero o la concesionaria del los hermanos Martelli. También realizan su aporte una fábrica de aceites de Buenos Aires, “Fuchs”, una empresa de transporte, “Locksley”, y “Sachs” que es su principal publicidad. Por otra parte, cuenta con sponsors circunstanciales que no están durante todo el año junto a él.
Tranquilo y agradecido con todo su equipo y familia. Así se mostró Iván Cicarelli a la hora de hacer un breve repaso de las alegrías y los sin sabores de su profesión.
Un chico sencillo y humilde de Villa Gobernador Gálvez que demuestra el amor por su ciudad con su nombre escrito en su Renault Clío, el mismo que utiliza cuando sale a hacer lo que más ama en su vida: correr.
No son muchos los que tienen la posibilidad de vivir de su vocación, lo que más anhelan en su vida. Cicarelli es uno de los que tiene esa posibilidad, por lo hecho hasta ahora, demuestra claramente que no la está dejando pasar. Sus ganas de llegar a la gloria están intactas, aún como las que tenía ese nene de catorce años que jamás imaginó hasta donde llegaría. Y aún le falta.Por Rocío Galán
Sencillo y tranquilo empezó contando que su pasión por los autos “nació de casualidad” a los catorce años, porque quien corría en realidad era su primito menor de ocho. Un día su tío decidió armar un karting para que los chicos vayan a probar al cartódromo de Rosario y desde allí jamás lo pudieron bajar hasta ahora. “Empecé grande para lo que es el karting, al principio no entendía nada –comentó-, pero después le fui agarrando la mano y me gustó mucho”.
El karting es la categoría escuela del automovilismo en la que los futuros pilotos aprenden a desarrollar y explotar sus habilidades. Cicarelli corrió durante dos años en ella y al tercero comenzó a intercalar con “Fórmula Renault”. Luego de otros dos años en Fórmula, se inició en el Turismo Nacional, categoría en la que se desempeña desde hace cuatro.
El piloto también habló sobre las dificultades que se le presentaron sobro todo en el inicio de su carrera. Una de ellas era lo desconocido que le resultaba el mundo “fierrero”. Otra, fueron sus accidentes reiterados tanto en pista como en la ruta. “Por momentos dudé de seguir o no”, expresó. Cicarelli contó que al principio, sus padres no estaban muy convencidos con respecto a la profesión de piloto y en referencia a eso relató: “En un momento le plantee a mi papá que si no me acompañaba no iba a seguir más y desde ese momento no dejó de venir. Ahora me acompañan”. En los viajes que realiza cuando va a correr, lo hace junto su papá Daniel, a veces su mamá Norma o su hermana Carolina y otras tantas sus amigos.
Tiene como referente a Ayrton Senna y confesó haberse emocionado el día de su muerte por que le dio mucha lástima. Dentro del ámbito nacional, son sus ejemplos a seguir el “Flaco” Juan María Traverso y Guillermo Ortelli.
En cuanto a su vida cotidiana, Iván explicó que por la mañana entrena con un profesor que se dedica exclusivamente a entrenar automovilistas e intenta tener asistencia perfecta cuatro veces por semana. “Hacemos ejercicios relacionados al automovilismo”, explicó. Sale a correr, realiza fierros, ejercicios mentales, de simulación de velocidad o visualizan los circuitos para estar en óptimas condiciones a la hora de cada carrera. Luego del entrenamiento almuerza en su casa y por la tarde se divide entre el trabajo en la empresa autopartista de su padre, Cirubón S.A. e ir a visitar a los integrantes de su equipo que residen en Casilda. “Trato de hacer lo máximo posible para las dos puntas, tanto en la empresa de mi familia como en el automovilismo”, comentó.
Actualmente, se encuentra en la cima de la tabla de posiciones de la clase dos del Turismo Nacional. A falta de tres fechas para la finalización del campeonato, sueña y anhela consagrarse campeón por primera vez en su carrera. El último 20 de septiembre se posicionó en lo más alto del podio tras ganar la competencia final en el autódromo de Pigüe. Cicarelli contó que ese día se emocionó mucho porque hacía tiempo que venían buscando un triunfo que se les hacía esquivo. “Nos faltaba la cuota de suerte que se necesitan para ganar una carrera”, explicó. “Cuando di la última vuelta se me cruzaron imágenes de cuando empecé o del esfuerzo que venía realizando durante este año”, agregó.
Siempre hablando de “nosotros”, es que atrás suyo hay un equipo que trabaja todos los días para que él se ponga el casco y salga a correr de la mejor manera. Sergio Giacone es el chasista del auto, Jorge Calieri es el encargado de la amortiguación y Esteban Pou el motorista. Todos ellos, ponen lo mejor de sí para que en el fin de semana que demanda una competencia el coche esté en su mejor estado.
Además del equipo de trabajo, cuenta con una serie de sponsors que lo ayudan económicamente. Algunas de las empresas están relacionadas con las de su papá, como por ejemplo Talleres Filippini, Luís Escudero o la concesionaria del los hermanos Martelli. También realizan su aporte una fábrica de aceites de Buenos Aires, “Fuchs”, una empresa de transporte, “Locksley”, y “Sachs” que es su principal publicidad. Por otra parte, cuenta con sponsors circunstanciales que no están durante todo el año junto a él.
Tranquilo y agradecido con todo su equipo y familia. Así se mostró Iván Cicarelli a la hora de hacer un breve repaso de las alegrías y los sin sabores de su profesión.
Un chico sencillo y humilde de Villa Gobernador Gálvez que demuestra el amor por su ciudad con su nombre escrito en su Renault Clío, el mismo que utiliza cuando sale a hacer lo que más ama en su vida: correr.
No son muchos los que tienen la posibilidad de vivir de su vocación, lo que más anhelan en su vida. Cicarelli es uno de los que tiene esa posibilidad, por lo hecho hasta ahora, demuestra claramente que no la está dejando pasar. Sus ganas de llegar a la gloria están intactas, aún como las que tenía ese nene de catorce años que jamás imaginó hasta donde llegaría. Y aún le falta.Por Rocío Galán
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