miércoles, 4 de agosto de 2010

Rubén Marchini, apasionado del Taekwon Do

Tiene 56 años y ha pasado casi toda su vida dedicado al Taekwon Do. Pero su carrera empezó de casualidad, porque a los 18 fue a acompañar a un amigo que estaba interesado en el arte marcial sin pensar que sería a él a quien atraparía el fanatismo. Rubén Darío Marchini jamás se imaginó el camino que le esperaría.
Casi sin querer, inició su camino y comenzó a escalar poco a poco en la actividad, tal es así que tomó varios seminarios en Buenos Aires y en Corea del Norte, donde recibió las enseñanzas del Gran Maestro y creador del Taekwon Do, Choi Ghion Gi, con quien también compartió la estadía en un campeonato del mundo, en el que Marchini participó como árbitro en 1992.
A los 37 años, tuvo su última participación en un torneo nacional ya que a partir de ahí, se dedicó únicamente a la docencia y al arbitraje.
A lo largo de su carrera pudo conocer distintos puntos del país gracias a la inclusión en diversos campeonatos nacionales, como por ejemplo Buenos Aires o Parque Sarmiento. Sus mejores logros han sido:
· 2º puesto en el Torneo Nacional de Corrientes.
· 2º puesto en el Torneo Nacional de Parque Sarmiento.
· 3º puesto en el Torneo Nacional en Obras Sanitarias.
En 1980 empezó a incursionar en la docencia, y el primer lugar en el que enseñó fue en un gimnasio privado ubicado en Mosconi y Urquiza. Actualmente da clases en Mitre e Iriondo y lo hace en los siguientes horarios: martes, jueves y sábados de 19.30 a 20.30 (niños) y de 20.30 a 21.30 (adultos).
Además, se continúa instruyendo cada vez que puede para ampliar su formación y lo hace junto a su instructor, Juan Carlos Laurino. También se encuentra afiliado, es decir que depende de la Federación de Taekwon Do de la República Argentina (F.E.T.R.A)
No sólo se dedica a la docencia de artes marciales, si no que también cuenta con un trabajo particular que consiste en un reparto de encomiendas.
El Taekwon Do para él lo es todo, ya que a través suyo se puede aprender muchos aspectos para utilizar en la vida personal y cotidiana, como por ejemplo de defensa personal. Pero de todas maneras, siempre intenta enseñar, a los más pequeños que recién se inician sobre todo, que el taekwon do no debe ser usado como un arma violenta, por tal motivo intenta que los pequeños aprendan la actividad como un juego, no como una obligación.
Cuando se le preguntó qué significaba el taekwon do para él, simplemente respondido que quienes van a aprenderlo, se encuentran con "un lugar donde entrenar y descubrir sus propias fuerzas".
Rocío Anahí Galán

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